Concebida como la continuacion de "los siete locos", en esta novelde clima espectral y agonico nos reencontramos con Haffner,  y Ergueta, el rufian melancolico, piradores revolucionarios que van desinflando por la quinta de Temperley, reducto y escenario de oscuros coloquios, delirios melancolicos, parlamentos filosoficos nihilistas y crimenes.

En unaq atmosfera tan asfixiante como el mismo fosgeno que Erdosain propone fabricar, conencido de que la guerra quimica es la mejor arma de aniquilacion masiva, los personajes confiesan por la humanidad, entretejen con cinismo planes tan absurdos como monstruosos y se humillan insatisfechos convencidos de la inutilidad de la existencia y del fracaso de la sociedad. Solo parece prevalecer entre ellos el caos.